NOTAS II PARCIAL CORRELACIÓN CLÍNICA
CODIGO | NOTA |
08172031 | 2,7 |
07172016 | 2,8 |
04172021 | 1,4 |
03172042 | 2,2 |
06171025 | 1,4 |
07172015 | 2,5 |
03172001 | 1,8 |
07171042 | 2,4 |
00171057 | 2,0 |
07172022 | 2,5 |
03172027 | 1,5 |
09172038 | 1,7 |
06171010 | 2,3 |
06171030 | 2,0 |
08172014 | 2,3 |
10171046 | 2,8 |
05171009 | 2,7 |
05172019 | 1,6 |
05172010 | 2,1 |
07171043 | 1,7 |
06171053 | 1,4 |
08171037 | 2,0 |
07172008 | 1,9 |
07171008 | 3,0 |
09171047 | 1,9 |
06171002 | 2,9 |
03171077 | 2,2 |
07171040 | 2,3 |
07171025 | 1,8 |
07172009 | 1,4 |
09172037 | 2,4 |
06171060 | 2,6 |
02172033 | 1,5 |
04171033 | 1,5 |
08172037 | 1,5 |
El día viernes 29 de abril se realizara la socializacion del parcial con los docentes responsables.
TALLER FUNCION CARDIACA I PARTE ASIGNACION TEMAS DE EXPOSICIONES CORRELACIÓN CLINICA
VIERNES 13 DE MAYO
Rotación Hematología: Vasculitis y Artritis por microcristales Rotación Microbiología: Lupus eritematoso sistémico y Artritis reumatoide Rotación Bioquímica: Espondiloartropatias seronegativas y Enfermedades Metabólicas óseas Rotación Uro y Copro: Esclerosis sistémica progresiva y Artritis infecciosas. Nota: El material esta publicado en la página principal del blog. Las exposiciones serán Evaluados como Quiz. DRA. CARMEN MARCIALES
HORA: 6:00 AM LUGAR: AUDIOVISUALES 2 VIERNES 15 DE ABRIL DE 2011 TALLER FUNCION CARDIACA II PARTE EVALUACIÓN DE LA FUNCIÓN CARDÍACA
(CK Total – CK MB – LDH – GOT (AST) – GPT (ALT) -
El fundamento de enzimología clínica es que, en muchos estados patológicos, excesivas cantidades de enzimas intracelulares pasan a la sangre. Las elevaciones de enzimas se miden en diferentes líquidos corporales, pueden ser correlacionadas así con estados patológicos. En algunos casos, un nivel disminuido de una enzima puede ser correlacionado con estado anormal, por ejemplo en algunos errores congénitos del metabolismo. Existen tres causas principales para la elevación de los niveles enzimáticos: § La destrucción celular, por ejemplo en infarto del miocardio o hepatitis infecciosa.
§ La proliferación celular en procesos tumorales.
§ El aumento de la demanda de enzimas que provoca un incremento de la síntesis y el paso de enzimas a la circulación.
Mediante la investigación y la evaluación cuidadosa de datos clínicos se han establecido patrones (o perfiles) de la actividad de determinadas enzimas que pueden ser correlacionados con estados patológicos. Estos patrones de actividad enzimática se utilizan para el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de gran variedad de enfermedades. Los perfiles enzimáticos sirven muy a menudo para la identificación de enfermedades del corazón, hígado, páncreas, músculo esquelético y huesos.
El Patrón del perfil cardíaco se usa con gran frecuencia para identificar (o excluir) y/o pronosticar la evolución de un infarto del miocardio. Pero el diagnóstico de un infarto puede presentar dificultades ya que no todos presentan la misma sintomatología y en algunas ocasiones el ECG puede ser insuficiente.
Para conseguir la mayor seguridad diagnóstica posible, son necesarios varios métodos de examen, entre los que se cuentan la anamnesis, los exámenes clínico, ECG y determinaciones de enzimas en suero. Este perfil esta constituido básicamente por tres enzimas:
§ La creatincinasa o Creatina Kinasa total y fracción MB
§ La deshidrogenasa láctica o lactato deshidrogenasa.
§ Las Aminotransferasas AST y ALT
LA CREATINCINASA O CK, es una enzima intracelular, cuya distribución en el organismo es relativamente específica ya que se encuentra en mayor proporción en músculos esqueléticos y cardíaco y también en cerebro. Al igual que otras enzimas intracelulares, en condiciones normales los niveles plasmáticos son muy bajos, ya que al parecer la barrera hematoencefálica intacta es impermeable, encontrándose en circulación solamente la fracción en vías de degradación. Un aumento de la actividad sérica, es por lo tanto índice de lesión celular. La extensión y gravedad de la lesión determinarán la magnitud de la elevación de la actividad de la enzima en suero. En la electroforesis se distinguen tres isoenzimas de la CK: § La fracción MM o músculo esquelético
§ La fracción MB o músculo cardíaco
§ La fracción BB o cerebral
La mayor actividad de CK se localiza en el músculo; en el esquelético, corresponde al 96% de la actividad total a la fracción MM y el 4% a la fracción MB. En el miocardio, la CK – MB se encuentra en aproximadamente el 40% de la actividad total. La actividad de la CK–MB y CK–MM a fin de realizar un buen diagnóstico diferencial entre un daño del músculo esquelético y un daño del miocardio sobre todo la proporción de CK – MB supera el 6% de la actividad del CK total (que toma valores superiores a 160UI/L) y en caso de músculo esquelético es inferior al 6%. Luego de un infarto agudo de miocardio, en aproximadamente el 55% de los casos el pico máximo de elevación de CK y Ck – MB se produce en forma simultánea, mientras que en el 45% de los casos la elevación máxima de CK – MB precede a la de CK total. Los niveles de estas dos enzimas en sangre son los primeros en aumentar después de un infarto de miocardio.
Las enzimas comienzan a subir después de dos a seis horas del comienzo del dolor: Normalmente alcanza su máximo en un lapso de 12 a24 horas y vuelven a la normalidad en el plazo de tres días. Ya que la CK – MB son las primeras enzimas alcanzando el pico máximo, resulta la más sensible en el estadio inicial de la enfermedad. Además de en el infarto, pueden encontrarse aumento de las actividades séricas de la CK y CK – MB en otras lesiones del miocardio, por ejemplo, en miocarditis, arritmias graves, intervenciones quirúrgicas o heridas del miocardio. Existen otras causas por las cuales se puede elevar el nivel sérico de la actividad de CK total como en el caso de actividad física vigorosa o trauma del músculo esquelético, distrofia muscular, polimiositis, esclerodermia, miopatías alcohólicas y tóxicas, inyecciones IM hipotiroidismo, heridas musculares.
LA LACTATO DESHIDROGENASA o LDH (LD en inglés), es una enzima intracelular (en consecuencia su elevación indica daño tisular), tetramérica (formada por 4 subunidades). En el músculo esquelético predomina la subunidad M y en el corazón la subunidad H. La LDH comienza a subir a las 8 – 12 horas en algunos casos hasta las 24 horas después del infarto agudo alcanzando su máximo tras 48 a 72 horas; presentando un aumento típico de 3 a 5 veces su nivel normal. Elevaciones más altas indican un pronóstico desfavorable, la LDH vuelve a la normalidad en el plazo de 8 – 14 días. Ya que el nivel de la LDH permanece elevado por un período tan largo, puede emplearse para el diagnóstico tardío del infarto de miocardio cuando la actividad de las otras enzimas ya ha vuelto a la normalidad. Además se ha demostrado en el estudio de las isoenzimas de LDH que, después del infarto del miocardio, los incremento de LDH total son causados por elevaciones de las fracciones LDH-1 (esta principalmente) y LDH-2 que predominan en el miocardio. Se registran también un aumento de la actividad de LDH total en pacientes con necrosis hepática (producidas por agentes tóxicos o por infecciones agudas como la hepatitis viral) e incluso acompañando a necrosis tubular renal, pielonefritis. LA ASPARTATO AMINOTRANSFERASA o AST en los países de idioma inglés y ASAT o GOT en los demás países (antes se llamaba SGOT), es una enzima bilocular (citoplasmática y mitocondrial) que esta ampliamente difundida en el organismo, en tejidos tales como músculo esquelético, riñón. Cerebro y fundamentalmente en el hígado y corazón, donde se encuentra en mayor concentración. Cualquier alteración de estos tejidos produce un aumento en los niveles de AST circulante, en forma proporcional al grado del daño. En general, altos niveles séricos de AST son índices de lesión profunda. La enzima comienza aumentar a las 4 a 8 horas después del infarto agudo (de 5 a 10 veces los valores normales). Continua subiendo hasta alcanzar su máximo tras de 24 – 36 horas (incluso a las 48 horas). Vuelve a la normalidad al cabo de 4 a 5 días. El grado de aumento de GOT puede correlacionarse aproximadamente con la gravedad del infarto. Aumentos de más de 10 veces al valor normal se asocia a menudo con un pronóstico desfavorable. El siguiente cuadro muestra la evolución típica de las enzimas en un infarto del miocardio.
ENZIMA | COMIENZO DE LA ELEVACIÓN (HORAS) | PICO MÁXIMO (HORAS) | NORMALIZACIÓN (DÍAS) | VECES QUE AUMENTA DE LOS NORMAL |
CK | 2 - 6 | 12 – 24 | 3 - 6 | 7 (2 – 25) |
TGO | 4 – 8 | 24 – 36 | 4 – 5 | 7 (2 – 25) |
LDH | 8 – 12 | 48 - 72 | 8 – 14 | 3.3 (2 – 8) |
TALLER
1. Escriba la reacción estequiométrica de las siguientes enzimas, de acuerdo a su respectivo fundamento de la técnica a realizar:
§ Creatin Kinasa
§ Deshidrogenasa Láctica
§ Transaminasas
2. Explique la función que desempeña cada una de las siguientes proteínas a nivel del Miocardio:
§ Miosina
§ Troponina
§ Mioglobina
§ Mioglobinunia
3. Explique cómo se presenta, caracterización, causa, síntomas y muestras necesarias para el diagnóstico de IAM.
4. clases de lipoproteínas de acuerdo a sus propiedades físicas y químicas, proporción de lípidos, apoproteínas.
5. Clasificación de los dislipoproteinemias familiares de acuerdo a su contenido de lípidos. Explique
6. CASO CLINICO
Un hombre obeso, de mediana edad, fue llevado al servicio de urgencias tras sufrir un accidente de automóvil. El paciente comunico haber notado dificultad para respirar y mareos justo antes del choque. La exploración sugería un accidente cerebrovascular o un infarto de miocardio. Se ingresó al paciente para observación y se le hicieron extracciones periódicas de muestras de sangre para analizar la creatina quinasa (CK) y otras enzimas.
1. Como se podría analizar la CK usando las técnicas enzimáticas. Consultar
2. Con que fin se hacen varias determinaciones de CK durante un periodo de tiempo?
3. Como pueden separarse las isoenzimas de la CK?
4. Que relación tiene la actividad CK en sangre con el daño tisular?
7. Interprete el siguiente documento para discusión en el curso
The Global Epidemic of Cardiovascular Disease – Diagnostic Standards
and the Role of the Clinical Laboratory in Primary and Secondary Prevention
and Risk Stratification
Professor M. J. McQueen
There is a global epidemic of atherosclerosis and the future disease burden is probably underestimated because projections do not account for potential increases in risk factors such as obesity, diabetes, dyslipidemia, hypertension, smoking, and urbanization. Population based studies now suggest that 80% to 90% of CVD susceptibility can be explained by a relatively small number of “classical” risk factors. However, myocardial infarction occurs in up to 50% of people without significant lipid abnormalities and this has led to the investigation of novel risk factors such as lipoprotein(a), ApoA1, ApoB, homocysteine, inflammatory markers, infectious markers, and oxidative stress factors.
The clinical laboratory has a significant role in diagnosis, risk stratification, management and prognosis in acute coronary syndromes, as well as the primary and secondary prevention of cardiovascular disease.
Myocardial infarction has been re-defined, giving primacy to the rise and fall of biochemical markers of myocardial necrosis (troponin/CK-MB) accompanied by at least one of several symptoms and signs. This has created analytical issues for the clinical laboratory. The biochemical markers may be cardio-specific but there is still not one which is ischemic heart disease specific, so various markers for myocardial ischemia have been investigated. Inflammatory markers have been shown to have prognostic value in identifying those patients with acute coronary syndrome who are at greater risk of death or myocardial infarction.
For primary and secondary prevention of cardiovascular disease, lipids and lipoproteins, LP(a), homocysteine, and many inflammatory markers such as oxidized LDL, IL1,
TNF-α, ICAM, VCAM, selectins, IL6, SAA, and CRP have all been investigated. The evidence for hsCRP as a risk marker for subsequent cardiovascular events is more clearly demonstrated in primary prevention than secondary prevention cohorts. Data will be presented from our Heart Outcomes Prevention Evaluation (HOPE) study relating to inflammatory markers, multiple infection, heat shock proteins and their relative risk for subsequent cardiovascular events. There is a need for more research to further define the approach to therapeutic decision making, using markers of inflammation, infection, and ventricular dysfunction (eg, natriuretic peptides).
File:shd.CV abstract
DRA. CARMEN MARCIALES
FACTORES INDEPENDIENTES DE RIESGO CARDIOVASCULAR: BASES BIOQUÍMICAS Y MOLECULARES
Martha Guerra de Muñoz MSc
Bacterióloga MSc. Profesora Investigadora. Grupo de Investigación Clínico-Genético-Molecular en Dislipoproteínemias. Departamento de Bioquímica y Nutrición, Facultad de Ciencias. Directora Especialización Bioquímica Clínica.
Pontificia Universidad Javeriana. Asesora Externa Bayer HealthCare Diagnóstica.
Actualmente, una de las principales causas de incapacidad y muerte en el mundo occidental, son las enfermedades cardiovasculares. Los factores de riesgo tradicionales como la hipertensión arterial, el tabaquismo y el colesterol elevado, se relacionan de manera incontrastable con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Sin embargo, muchos sujetos con aparente bajo riesgo padecen episodios cardíacos. Cerca del 80% de los pacientes coronarios exhiben concentraciones de colesterol similares a las de otros individuos que no desarrollan dicha enfermedad. Por esa razón, hace algún tiempo surgió el concepto de nuevos factores de riesgo identificados a partir de la investigación etiopatogénica de la aterosclerosis y respaldados en observaciones clínicas, epidemiológicas y de laboratorio. Varios de estos factores son considerados en la actualidad, predictores de riesgo independiente. Entre ellos se cuentan la hiperhomocisteinemia, concentraciones elevadas de Lp (a), de PCR, disbalance entre radicales oxidantes y antioxidantes, hipercoagulabilidad, polimorfismo del gen de la enzima convertidora de la angiotensina, expresión del antígeno leucocitario humano (HLA-DR), infecciones crónicas y decrementos del óxido nítrico.
OXIDO NÍTRICO
El endotelio constituye el tejido epitelial de recubrimiento de los vasos sanguíneos, con función mecánica de revestimiento. Las células endoteliales metabólicamente activas juegan un papel central en múltiples procesos fisiopatológicos y poseen una importante actividad reguladora, que ejecutan a través de la síntesis y secreción de factores solubles (por ejemplo, de la coagulación) y la expresión de moléculas involucradas en el desarrollo de la respuesta inflamatoria.
La producción excesiva o insuficiente de óxido nítrico (NO) se asocia con el desarrollo de varias disfunciones en cuya génesis interviene como cofactor. En situaciones de déficit se ha relacionado con la aterosclerosis. Experiencias in vitro, confirman que este analito tiene la capacidad de inhibir algunos eventos involucrados en el desarrollo de la placa ateroesclerótica, tales como, la adhesión de monocitos y neutrófilos al endotelio, la interacción de las plaquetas con la pared del vaso sanguíneo y, la disminución de la permeabilidad endotelial y del tono vascular. A través de estos mecanismos el NO restringe el ingreso de lipoproteínas a la pared del vaso sanguíneo e inhibe la proliferación y migración de células musculares lisas. Esta condición parece estar asociada con la concentración de LDL oxidadas y guarda relación con una deficiencia en la trascripción del gen de la enzima que cataliza la síntesis de NO. La disfunción del endotelio, que se traduce en la incapacidad del vaso sanguíneo para responder en forma adecuada a sustancias vasoactivas, es una circunstancia que precede y promueve la formación de la placa ateroesclerótica.
RADICALES LIBRES
Un radical libre es una entidad química con un electrón no apareado. La tendencia espontánea de los electrones localizados en los átomos y moléculas es la formación de parejas, por lo tanto, la existencia de un electrón desapareado, tal como aparece en los radicales libres de oxígeno (RLO) hace que dicha entidad sea inestable, altamente reactiva y, al tener una vida media de fracciones de segundo, habitualmente, sólo es posible detectar y cuantificar el daño derivado.
Los RLO se crean continuamente por las células tanto de manera accidental a partir de productos del metabolismo, como a causa de la inducción biológica (infección, inflamación) o química (humo del cigarrillo, plaguicidas, contaminantes atmosféricos) y de la fagocitosis leucocitaria. Las células desarrollan mecanismos antioxidantes importantes como defensa para evitar la producción de RLO, o para limitar su capacidad de lesión. Tales mecanismos incluyen las enzimas que descomponen los peróxidos, las proteínas que se combinan con los metales de transición, y una cantidad importante de compuestos, los cuales depuran la reactividad de los RLO.
De acuerdo con el mecanismo de acción, se pueden considerar dos tipos de antioxidantes: preventivos (glutatión peroxidasa, catalasa y enzima peroxidasa) y secundarios (vitamina E, C y la enzima superóxido dismutasa). Otra manera de clasificar los antioxidantes es considerando su estructura química y su función biológica: enzimas como la glutatión peroxidasa (GPx), la catalasa y la superóxido dismutasa (SOD); no enzimáticos, como las vitaminas C y E, el β- caroteno, el ácido úrico y la bilirrubina, entre otros.
El aumento de RLO ocasiona grandes disturbios en la dinámica metabólica hística entre los cuales se puede mencionar: aumento en la oxidación de las LDL que conduce a la formación del fenómeno aterogénico; incremento en la oxidación de la membrana celular endotelial, favoreciendo su disfunción y el desarrollo de hipertensión arterial y de microangiopatías; e inactividad del NO y de vitaminas antioxidantes.
HOMOCISTEÍNA
En la actualidad, la homocisteína (HCy) emerge como un factor independiente determinante de riesgo cardiovascular, lo cual genera un interés creciente entre los profesionales dedicados a la prevención, diagnóstico, tratamiento, e investigación de estas disfunciones, ya que sus concentraciones plasmáticas se han observado consistentemente incrementadas en pacientes con padecimientos cardiovasculares al compararlos con sujetos saludables. Esto significa, que aún, en ausencia de otros factores de riesgo establecidos, como dislipidemias, hipertensión y/o tabaquismo, un incremento en HCy puede ser el responsable. La asociación entre hiperhomocisteinemia (HHCy) y enfermedad cardiovascular fue desarrollada a partir de las observaciones hechas por McCully en 1969 con la detección de trombosis arterial y aterosclerosis en necropsias de dos niños con HHCy severa y homocistinuria.
La HCy es un aminoácido con un grupo sulfihidrilo libre, que se deriva de la demetilación de la metionina, aminoácido esencial derivado de la ingesta de proteínas, en las cuales es abundante. Este aminoácido es metabolizado por dos vías: remetilación lo cual requiere ácido fólico y vitamina B12 como cofactores, para originar metionina y tetrahidrofolatos en una reacción catalizada por la enzima metionina sintasa, o por la vía de la trans-sulfuración que utiliza vitamina B6 como cofactor y conduce a la formación de cisteína cuando la vía de remetilación esta saturada. De lo anterior se deduce que la HHCy puede ser inducida por defecto enzimático o secundario a carencias vitamínicas, por algunos fármacos o patologías.
Existen evidencias que sugieren efectos tóxicos de Hcy sobre la pared arterial que promueven aterosclerosis y trombosis. A menor producción de NO, mayor proliferación de células musculares lisas, aumento del estrés oxidativo y oxidación de LDL, activación plaquetaria, inhibición de t-PA. En esta situación, se origina homocisteína tiolactona, un intermediario altamente reactivo, que forma tiolatos con los grupos amino libres de las LDL y apolipoproteínas B100 lo cual conduce a fibrosis y calcificación de las placas ateroscleróticas.
FIBRINÓGENO
Las primeras comunicaciones acerca de la asociación entre fibrinógeno (Fg) y enfermedad vascular datan de hace medio siglo. A partir de ese momento, muchos investigadores coinciden en este hallazgo. El Fg interviene en la reología sanguínea y, cuando está elevado, potencia la agregación plaquetaria. Actúa como reactante de fase aguda, es decir, aumenta en situaciones de estrés quirúrgico, infeccioso, etc. similarmente a la PCR y a la eritrosedimentación. Los mecanismos fisiopatológicos por los que podría promover los eventos isquémicos son principalmente: infiltración de la pared arterial y aterogénesis; incremento de la agregación plaquetaria; ampliación de la formación y persistencia de trombos de fibrina (redes densas que reducen la deformabilidad eritrocítica y la posibilidad de lisis) y aumento de la viscosidad sanguínea (del plasma y agregación de hematíes), lo que puede tener efecto aterogénico y protrombótico lo cual reduce el flujo distalmente de las lesiones aterogénicas.
A pesar de que existen datos epidemiológicos que favorecen la idea de que el Fg elevado es factor de riesgo para enfermedad cardiovascular aterosclerótica, no hay pruebas para pensar que sea un factor de riesgo modificable, como se ha establecido para el tabaquismo, la hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes mellitus; por lo cual, debería ser considerado un predictor o marcador de riesgo, pudiendo usarse para identificar los sujetos más susceptibles al efecto deletéreo de los factores de riesgo.
LDL PEQUEÑAS Y DENSAS
Una anomalía común entre los pacientes coronarios es la presencia de un perfíl lipídico aterogénico (hipertrigliceridemia, hipoHDL y LDL pequeñas y densas), alteración metabólica frecuente que incrementa el riesgo coronario de manera considerable y puede estar presente en la mitad de pacientes hombres y en el 20% de mujeres con este padecimiento, inclusive con normocolesterolemia. El signo cardinal lo constituyen las LDL pequeñas y densas (sLDL). Existe evidencia de que el predominio de esta subclase de LDL incrementa hasta tres veces el riesgo de enfermedad coronaria y dos veces la tasa de progresión angiográfica de lesiones coronarias establecidas. Esta anormalidad, ha sido clasificada por Austin, en 1988, como LDL tipo B, asociada a: género masculino, hipertrigliceridemia y disminución de C-HDL; hiperinsulinemia y resistencia a la insulina; elevación de LDL, descenso específico de HDL 2b (subfracción más importante en el transporte reverso del colesterol); mayor susceptibilidad a la oxidación junto con aumento de lipemia posprandial y antioxidación deficiente (vitamina E).
El tamaño de las partículas LDL y las concentraciones de TG se muestran inversamente relacionados lo que podría permitir inferir la subespecie de LDL predominante a partir del nivel de TG, siendo esto sólo orientativo. Por ejemplo, un individuo con TG < 70 mg/dL tendrá la mayor parte de sus LDL grandes y de densidad normal (patrón A); en cambio, uno con TG > 250 mg/dL exhibirá las mayores posibilidades de tener sLDL (tipo o patrón B). Se ha puesto de manifiesto que éstas son más susceptibles de ser oxidadas por reacciones catalizadas por el cobre. A través de la proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP) se originan LDL ricas en TG y pobres en colesterol debido al intercambio de ésteres de colesterol y de triglicéridos entre las LDL y VLDL, las cuales por acción de la lipasa hepática (LH) producen las sLDL. Cuando las LDL presentan alteraciones cualitativas (pequeñas y densas), el factor que se relaciona más directamente con el riesgo cardiovascular es la cantidad que circula en plasma. Como cada partícula aterogénica contiene una molécula de apo B100, para cuantificarlas indirectamente, se compara con la concentración de la apolipoproteína. El conocimiento de los subtipos de LDL resulta por lo tanto útil para identificar pacientes con riesgo y para conocer mejor el tipo de tratamiento a instaurar.
LIPOPROTEÍNA a (Lpa)
En la actualidad se ha establecido, que concentraciones altas de Lp (a) son un factor de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedad cardiovascular prematura, IAM, accidentes cerebrovasculares, enfermedad vascular periférica y, obstrucción de vasos sanguíneos.
La Lp(a) fue descrita por primera vez por Kare Berg de la Universidad de Oslo, Noruega, en 1963. Es un complejo macromolecular cuya estructura es semejante a las LDL, no obstante, se diferencian porque aquella se une covalentemente a la apo B100 de las LDL por puentes disulfuros mediante una glicoproteína hidrofílica denominada apo (a). Es sintetizada en el hígado y pesa entre 400 y 800 kd; puede presentar diversos fenotipos (aproximadamente 34 isoformas). Ha sido ampliamente estudiada y se ha encontrado que es una variante estructural de algunas proteínas plasmáticas del sistema fibrinolítico involucradas en la cascada de la coagulación, como el plasminógeno precursor de la plasmina.
La Lp(a) puede influir y participar en el proceso ateroesclerótico de diferentes maneras. Entre las alternativas que se han propuesto está el posible papel que se le ha atribuido en la cicatrización de lesiones. Por su capacidad de unión a la fibrina puede ayudar a conducir el colesterol al sitio de la lesión lo que podría favorecer el depósito de la Lp(a) y su captación por macrófagos con la subsiguiente formación de células espumosas que sirven de depósito inicial de los lípidos que participan en el proceso ateroesclerótico. Esta lipoproteína puede penetrar en la pared vascular a través de los macrófagos que liberan factores de crecimiento y promueven la replicación celular lo cual conduce al engrosamiento de la pared arterial, obstrucción de las arterias epicárdicas que irrigan el corazón, presentándose isquemia miocárdica.
PROTEÍNA C REACTIVA (PCR)
La proteína C reactiva (PCR) es uno de los marcadores de inflamación investigados. Recientes evidencias sugieren que la inflamación puede ser un indicador de futuros eventos cardiovasculares y, algunos investigadores han demostrado que las concentraciones de la PCR pueden estar elevadas muchos años antes de una injuria cardíaca o cerebrovascular.
Antiguamente, la ateroesclerosis era considerada, un proceso degenerativo consecuente de la edad; luego, el concepto se modificó hacia la concepción de proceso inflamatorio e infeccioso, en donde la PCR, clásica proteína de fase aguda, ha sido utilizada como marcador. En la actualidad, se considera una de las proteínas plasmáticas que conforman la llamada “Respuesta de Fase Aguda” del sistema de defensa antiinflamatorio, el cual es la primera línea capaz de neutralizar agentes inflamatorios, de minimizar el grado de daño hístico local, así como de participar en la reparación y en la regeneración tisular.
Usando técnicas histoquímicas se ha hallado PCR en placas ateromatosas o fibrosas pero sólo en el 3% de las aortas de personas saludables, por tal motivo, concentraciones elevadas de PCR podrían sugerir que la placa está a punto de romperse, por lo que su cuantificación mediante un método ultrasensible y específico, permitirá obtener datos confiables, los cuales afianzarán su valor como marcador de riesgo de enfermedad cardiovascular en individuos aparentemente saludables. La vida media de la PCR es aproximadamente de 19 horas y usualmente su concentración en sangre es baja (teóricamente cero, sin embargo, en la práctica se consideran concentraciones < 0,8 mg/L como normales), pero, aumenta rápidamente luego de algún estímulo. Existen factores externos que pueden influir en ello: edad, estado hormonal (por ejemplo, tercer trimestre de gestación) y nutricional, ejercicio reciente, tabaquismo, etc.
ERITROSEDIMENTACIÓN GLOBULAR
Los factores de riesgo tradicionales de la enfermedad aterosclerosa son bien conocidos y su control disminuye en forma importante con la aparición del padecimiento. Estos factores son: la carga genética, la dislipidemia, el tabaquismo, la hipertensión arterial sistémica, la diabetes, la obesidad, el género, la edad, el estrés, los niveles estrogénicos en la mujer y el estilo de vida. Sin embargo, en la última década han surgido nuevos factores de riesgo de la enfermedad aterosclerosa sobre todo coronaria y cerebrovascular, entre los cuales, el proceso inflamatorio ha sido señalado en forma relevante y en el cual participan reactantes de fase aguda como son la PCR, el recuento leucocitario, la sedimentación globular (VSG), múltiples citoquinas, como el factor de necrosis tumoral alfa, moléculas de adhesión vascular y celular, algunas metaloproteinasas, la proteína A ligada al embarazo, la proteína liada a la fosfolipasa A2, la angiotensina II y muy probablemente también la infección.
La eritosedimentación globular (ESR) se encuentra elevada en muchos estados agudos y crónicos de enfermedades caracterizadas por necrosis de tejidos y es reconocido como un marcador indirecto de inflamación. Se considera un indicador de agregación de células rojas, así como de la viscosidad sanguínea. Estudios recientes la reconocen como un predictor independiente a largo plazo de enfermedad coronaria (CHD) en humanos, y apoyan la evidencia de un proceso inflamatorio en aterosclerosis.
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TALLER SISTEMA RESPIRATORIO